
Alimentación
Existe la tendencia a reducir la ingestión de líquidos cuando se tienen pérdidas de orina. No debemos actuar así porque son necesarios para nuestro organismo y contribuyen a su correcto funcionamiento. Pero se puede reducir, por ejemplo, el consumo de líquidos a partir de la tarde, siempre que ya se haya ido bebiendo el resto del día.
Conviene mantener un buen ritmo intestinal para evitar el estreñimiento, factor que puede propiciar la aparición de pérdidas de orina debido a la distensión de la musculatura del suelo pélvico. Una dieta rica en fibra, una alimentación equilibrada y una correcta ingestión de líquidos ayudan a evitarlo.
Consejos prácticos para llevar una buena alimentación:
- Evitar la ingestión excesiva de líquidos: Es recomendable beber por la mañana y dejar de beber un par de horas antes de ir a la cama.
- Conocer los alimentos diuréticos: Algunos alimentos estimulan la función renal produciendo una elevada cantidad de orina, son los alimentos diuréticos. Es importante conocer estos alimentos para controlar su ingesta.
Ejemplos de alimentos diuréticos: calabacín, melón, sandía, espárragos, endivias, uvas, níspero, melocotón, alcachofa, apio, berenjena, coliflor, cebolla, bebidas alcohólicas, excitantes (té, café, etc.).
- Controlar el consumo de bebidas que contengan alcohol o cafeína. El alcohol interfiere en las señales nerviosas y puede producir incontinencia. El café o los refrescos de cola irritan el tracto urinario pudiendo aumentar la necesidad de orinar.
- Reducir el consumo de alimentos picantes ya que pueden irritar el tracto urinario produciendo más necesidad de orinar.
- Comer alimentos poco grasos y poco calóricos para evitar la obesidad. Los tejidos grasos ejercen peso sobre la vejiga y los músculos del suelo pélvico que controla la evacuación propiciando la incontinencia de esfuerzo. La vejiga se ve comprimida y se vuelve insuficiente para retener la orina.
- Controlar el exceso de azúcar o aquellos alimentos como las pastas y la bollería, ya que pueden aumentar el nivel de azúcar de la sangre y favorecer la necesidad de micción.
Ejercicio
Independientemente de la edad es conveniente practicar ejercicio a diario, ya que previene la aparición de problemas óseos, del estreñimiento y de la obesidad. En muchos casos la incontinencia urinaria viene provocada por el debilitamiento de los músculos pélvicos y el ejercicio puede ayudar a reducir estos efectos.
No es necesario realizar grandes esfuerzos. Al contrario, los ejercicios bruscos como el aerobic y los steps no son los más aconsejables, ya que pueden favorecer la incontinencia. Es suficiente con realizar ejercicios ligeros de forma constante, como realizar paseos diarios.
- Algunos hábitos saludables que se pueden realizar a diario:
- Andar una hora al día.
- Subir a pie las escaleras de casa.
- Ejercitar los músculos del suelo pélvico.
Higiene
La higiene puede constituir el cuidado básico para aliviar la sensación de inseguridad ocasionada por las pérdidas. Debe realizarse tantas veces como sea necesaria, siempre y cuando no se abuse del jabón que podría resecar la piel. Para una mayor seguridad, es conveniente utilizar productos específicos para la higiene como las esponjas o las toallitas húmedas.
Consejos
- Regula las bebidas que posean un marcado efecto diurético (café, té, refrescos de cola...).
- Dosifica la ingesta de agua y líquidos en general.
- Adáptate a un horario y antes de salir de casa intenta orinar.
- Practica ejercicio físico de forma regular.
- Aumenta el consumo de alimentos ricos en fibra.
- Utiliza ropa cómoda.
- Evita todo aquello que dificulte la visita al lavabo.