
Consejos para conocer y comprender tu sensibilidad
- Sensibilidad como DON: la sensibilidad emocional no es un defecto. Es un don, una forma de vivir, sentir y pensar. Potencia los aspectos positivos de tu sensibilidad y trabaja para que los aspectos negativos no dificulten tu vida.
- Reconoce tu gran calidad emocional: la empatía, la amabilidad, el vínculo emocional con tu entorno hace que entiendas cómo se sienten los demás, eres capaz de ponerte en su lugar y de ayudarles. Tienes una alta inteligencia emocional que tu entorno valora y agradece. No la desaproveches, poténciala.
- No te escondas: a veces nos avergonzamos y nos consideramos vulnerables por ser sensibles emocionalmente. Respétate a ti misma y respeta tu sensibilidad. Las personas sensibles somos buenas consejeras, buenas amigas y tenemos una gran intuición.
- No confundas sensibilidad con debilidad: a menudo se confunde la sensibilidad con la debilidad pero esto no es cierto. Las personas sensibles son resistentes y tenaces, sobreponen la necesidad del otro ante la propia y se entregan sin medida cuando las circunstancias así lo demandan.
- Confecciona una autoestima positiva: tienes tendencia a valorar únicamente las experiencias negativas vividas fruto de la sensibilidad emocional. Ten en cuenta que la sensibilidad te permite vivir intensamente la felicidad, la emoción y la gratitud, por tanto valora las dos dimensiones de tu sensibilidad.
- No te sometas a situaciones que sientas que te perjudican: a veces nos sometemos a situaciones de alto contenido emocional negativo, como ver películas violentas, estresantes o estimulantes, que claramente te perjudican. Respeta tu individualidad, no todos tenemos que tener los mismos gustos y hacer las mismas cosas
- Encuentra tu equilibrio: muchas veces dependemos demasiado del exterior. Vive de acuerdo a cómo eres y cómo sientes: si crees que vives demasiado interiormente, sé consciente de que tu sensibilidad es necesaria en tu mundo y en tu entorno, y si vives demasiado enfocada hacia el exterior crea un espacio interno para ti, dónde meditar y relajarte. Así conectarás contigo misma.
- Expresa tus emociones: ríe y llora cuando lo necesites, son necesidades humanas. Es la expresión de tu foro más interno, de tus sentimientos. Te sentirás viva y te respetarás a ti misma
- Sé tú misma: en todos los momentos. Sola, acompañada, en el trabajo, con la familia, con los amigos, con la pareja, cuando aciertes, cuando te equivoques, con tus virtudes y con tus defectos… sé siempre como eres: cuando hables, cuando escuches, cuando aconsejes, cuando disfrutes, cuando te enfades…
- Respétate a ti misma sin importarte lo que puedan decir o sentir los demás, porque queriéndote a ti podrás querer a los demás.
*Contenidos elaborados por Sandra Ros, psicóloga del Hospital de Sant Pau de Barcelona