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  1. Muévete

Ya, ya, moverte es lo último en lo que piensas cuando tienes cólicos y lo que menos te apetece es quitarte esa ropa tan cómoda de estar por casa. Pero tienes que ser fuerte y evitar la tentación de quedarte en el sofá, ponte en movimiento.

Moverte y hacer ejercicio son algunas de las formas más naturales de detener los cólicos menstruales.

El ejercicio aumenta la circulación de la sangre y afloja los músculos, lo que puede hacer que los calambres menstruales sean menos dolorosos.

Además, el ejercicio libera endorfinas, capaces de cambiar la forma en que el cerebro procesa el dolor, haciéndolo menos intenso, por eso se las conoce como las hormonas de la felicidad. Bastante bueno, ¿no? También puedes probar algunas posturas de yoga o incluso dar un pequeño paseo alrededor de la manzana puede resultar muy reparador.

Lo que es seguro es que tu cuerpo te lo agradecerá.

  1. Abraza una almohada térmica o una bolsa de agua caliente

Abrazar una almohada térmica o una bolsa de agua caliente es una de las formas más populares de detener los cólicos menstruales.

Aplicar calor en la zona de los calambres puede aumentar el flujo sanguíneo, lo que a su vez ayuda a aflojar los músculos que se contraen y causan los calambres. Además, podrás acurrucarte en ese ambiente cálido y acogedor para relajarte.

  1. Mantente hidratada

Beber mucha agua ayuda a reducir la hinchazón que intensifica los calambres. Tener una botella de agua a mano puede ser otra herramienta útil en tu arsenal de cómo lidiar con los cólicos menstruales.

  1. Evita la cafeína

Deja de lado los cafés con leche y los helados. Estos restringen los vasos sanguíneos, haciendo que los dolores de la regla sean más intensos

  1. Considera tomarte un analgésico

Cuando todo lo demás falla, tomar un analgésico puede ser lo siguiente que se te ocurra cuando te preguntan cómo detener los cólicos menstruales.

Los analgésicos reducen los niveles de las moléculas mensajeras que inducen los cólicos en tu cuerpo, conocidas como prostaglandinas.

Asegúrate de hablar con tus padres antes de tomar cualquier medicamento y sigue siempre las instrucciones de dosificación de la caja.

  1. ¡Prepárate!

Los dolores menstruales suelen empezar uno o dos días antes de la menstruación. Esto es un buen aviso (aunque incómodo) de que la regla está en camino, y te da el tiempo suficiente para comprobar si tus reservas de compresas y tampones están totalmente reabastecidas desde el periodo del mes pasado.

También puedes empezar a usar protegeslips para que la primera gota de sangre no te pille desprevenida. Al fin y al cabo, no hay nada peor que una mancha de regla por sorpresa en esa ropa interior que tanto te gusta.

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